En este momento es relevante mantener orientaciones de convivencia escolar actualizadas y sustentadas en la construcción de nuevos propósitos colectivos: una sociedad más integrada y con mayor inclusión. Para avanzar en esta dirección, asistimos a la presentación de una importante investigación en búsqueda de nuevos conocimientos que nos ayuden en la construcción de una comunidad educativa con miembros que se reconozcan, dialoguen y sean capaces de aprender desde las particularidades y diferencias de cada una y cada uno de sus integrantes.
En esta actividad, Jaime Barrientos, doctor en Psicología Social de la Universidad de Barcelona y académico de la Universidad Alberto Hurtado, presentó “Actitudes de apoyo a los derechos homosexuales entre los estudiantes de Latinoamérica”, un estudio que comparó las actitudes de apoyo a los derechos homosexuales de estudiantes de octavo grado de Chile, Colombia, República Dominicana, México y Perú, que participaron en el Estudio Internacional de Educación Cívica y Ciudadanía (International Civic and Citizenship Study, ICCS 2016).
Este tipo de ejercicios de análisis de la política y la práctica en las unidades educativas ha identificado un número de principios clave que proporciona las bases para las respuestas efectivas del sector de educación a la violencia homofóbica y transfóbica, y que apoya ambientes de aprendizaje seguros e inclusivos:
●Basadas en derechos: Una respuesta basada en los derechos protege los Derechos Humanos de todos los estudiantes, incluyendo el derecho a la educación, a la seguridad, a la dignidad, a la salud, a la igualdad de oportunidades y a la no discriminación.
●Inclusivas y centradas en alumno: Una respuesta inclusiva y centrada en el alumno aborda las diferentes perspectivas, necesidades y experiencias de todos los estudiantes. Las niñas y mujeres lesbianas, los niños y hombres gay, las personas bisexuales, las personas transgénero hombre con mujer y mujer con hombre e intersexo no tienen necesariamente las mismas perspectivas, experiencias o necesidades. Las respuestas también deben considerar las perspectivas y necesidades de los estudiantes que pueden no ser LGBTI, pero que pueden ser 40 blanco de la violencia homofóbica y transfóbica debido a la orientación sexual o la identidad/expresión de género que se percibe que tienen .
●Participativas: Los estudiantes o los representantes de los estudiantes elegidos se deben involucrar en el diseño, la implementación, la supervisión y la evaluación de las respuestas del sector de educación. En Irlanda y Malta, las políticas para proteger a los estudiantes transgénero de la violencia en las escuelas se han desarrollado con la juventud y las organizaciones LBGTI para asegurarse que éstas respondan a sus necesidades.
● Con perspectiva de género y transformadoras: Una respuesta con perspectiva de género y transformadora considera todos los géneros e identidades de género al igual que la igualdad de género y los desafíos relacionados con la discriminación de género y los estereotipos dañinos. También tiene el objetivo de transformar las estructuras existentes, las instituciones y las relaciones de género para que sean basadas en la igualdad de género. En Tailandia, los estudiantes transgénero en algunas escuelas secundarias pueden escoger su uniforme, con base en el principio de que el bienestar del estudiante es más importante que las normas de género y que el vestuario.
● Basadas en la evidencia: Una respuesta basada en la evidencia se apoyo en la evidencia científica y la opinión de expertos en disciplinas que inlcuyen la salud pública, la sicología y las ciencias sociales, y asegura que las partes interesadas en la educación estén informadas sobre la evidencia relevante.
●Adecuadas para la edad: La información y el respaldo deberían ser consistentes con la edad y el desarrollo reales del estudiante. Una respuesta adecuada para la edad aborda temas relacionados con la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de género, de forma tal que los estudiantes puedan relacionarse de forma segura. En España, el Ministerio de Salud, Servicios Sociales y de Igualdad de Oportunidades, publicó un guía para que el sector de educación pueda responder a la homofobia y la transfobia en los establecimientos educativos, y ésta incluye recursos para los estudiantes de diferentes edades y niveles del sistema educativo.
● Específicas al contexto y sensibles a la cultura: Las respuestas a la violencia homofóbica y transfóbica en los establecimientos educativos necesitan ser adaptadas al contexto social, cultural y legal. Algunos contextos son más desafiantes que otros, pero la experiencia muestra que es posible abordar ese tipo de violencia aun en los contextos más desafiantes, usando los puntos de partida y enfoques adecuados. En Estados Unidos, por ejemplo, la Red de Educación de Gays, Lesbianas y Heterosexuales (GLSEN, por su sigla en inglés) ha usado enfoques y terminologías que son consistentes con los valores nacionales, incluyendo el derecho a la educación de calidad como un derecho civil clave que garantice la igualdad de oportunidades.