Como es de conocimiento, el ministerio de educación estableció el 14 de marzo como el Día contra el Ciberacoso Escolar, con la finalidad de promover una sana convivencia escolar junto a un uso responsable de las tecnologías y redes sociales por parte de los estudiantes.Como es de conocimiento, el ministerio de educación estableció el 14 de marzo como el Día contra el Ciberacoso Escolar, con la finalidad de promover una sana convivencia escolar junto a un uso responsable de las tecnologías y redes sociales por parte de los estudiantes.
De tal manera, nuestro liceo llevó a cabo distintas actividades entorno a este tema, desde la difusión de videos en nuestro diario mural digital hasta las jornadas de reflexión en cada uno de los cursos, donde nuestros estudiantes tuvieron la oportunidad de conocer los alcances del ciberacoso, compartieron experiencias y elaboraron sus propias iniciativas de prevención las que graficaron a través de paleógrafos.
Respecto del ciberacoso, nuestra encargada de convivencia escolar, Alicia Moresco, señaló que “como toda forma de bullying o intimidación es un patrón hiriente y repetido de comportamiento agresivo. Y a menudo es parte de un ciclo que puede atormentar a un joven en cualquier momento y en muchos entornos diferentes, desde el patio del colegio hasta el vecindario y, cada vez más, hacia las redes sociales.
De hecho, con el creciente acceso a las tecnologías de la información y la comunicación de los jóvenes, el ciberacoso se ha convertido en una fuente de especial preocupación. La difusión de rumores y la publicación de información falsa, mensajes hirientes, comentarios o fotos vergonzosas o la exclusión de las redes en línea es particularmente traumática para los jóvenes. El anonimato del mundo en línea puede ser un factor agravante. Y, lo más preocupante para las víctimas, el acoso cibernético puede ocurrir en cualquier momento del día o de la noche, y llegar rápidamente a un público muy amplio, presentando un riesgo constante y causando profunda ansiedad y angustia.
En nuestra visión de la convivencia escolar, nos preocupa este fenómeno que puede socavar la salud de nuestros estudiantes, exponiendo su bienestar emocional y su rendimiento escolar, y dejando cicatrices que pueden durar hasta la edad adulta. Si bien las víctimas son los objetivos, los agresores también se ven afectados negativamente. Y, silencioso o cómplice, los espectadores de muestras de acoso a menudo tienen dudas o temor de actuar, poniendo en riesgo el clima escolar general y degradando el entorno de aprendizaje. Por ello nuestras actividades ponen énfasis en generar una fuerte concientización sobre el problema y llamando a nuestros estudiantes a tomar un rol activo frente a toda forma de acoso que sufran o presencien.”