Este año se desarrolló la tercera versión de nuestro Campamento Bicentenario con nuestros II° medios que asistieron al sector de El almendro en el Cajón del Maipo, cuyo trabajo se centró en demostrar la capacidad para gestionar la realización de actividades al aire libre, considerando actividades motrices y recreativas.

De esta manera, la jornada se inició a primera hora del jueves 29 de diciembre, cuando nuestros estudiantes y profesores salieron en buses desde nuestro liceo en dirección al camping El Almendro. A su llegada los estudiantes, divididos cordadas o grupos liderados por un guías, debieron organizar sus espacios y armar las carpas como primera actividad, a la que posteriormente se sumaría una caminata guiada por el sector.

Es preciso señalar que nuestros estudiantes participan de estas actividades en compañía de un grupo de nuestros docentes que los monitorean constantemente, en esta ocasión los profesores María del Pilar Campos y Sebastián Simpson se sumaron a nuestros profesores de educación física, Claudia Contreras y Carlos Yáñez.

El resto de la jornada transcurrió entre diversas actividades, tales como competencias, sesiones de relajación, el desarrollo de una obra de teatro y una reflexión colectiva respecto de la experiencia como cierre antes de que los jóvenes se retiraran a descansar en sus respectivas carpas.

Al día siguiente, cada cordada se hizo responsable de levantar su espacio, desarmando sus carpas y ordenando el espacio empleado, para posteriormente preparar su desayuno antes de retornar al liceo.

Respecto de esta actividad, el profesor Carlos Yañez indicó que “las salidas pedagógicas al aire libre se prestan naturalmente al trabajo en grupo. Sin embargo, en el entorno menos controlado fuera del liceo, los estudiantes necesitan responsabilidades claramente designadas. Esta cooperación y trabajo en equipo fomenta las relaciones entre pares y la resolución de problemas en equipo, mientras que los estudiantes trabajan hacia un objetivo común. El tipo de trabajo en equipo y las habilidades de pensamiento crítico que se fomentan en un entorno grupal son algunas de las habilidades más importantes que se potencian con estas salidas pedagógicas”. Por su parte, la profesora Claudia Contreras se mostró muy satisfecha con el entusiasmo demostrado por los estudiantes destacando que “la educación al aire libre permite a los estudiantes ver que son parte de un todo. Salir del espacio del liceo, trabajar en equipo y explorar su entorno les da a los estudiantes una apreciación y conciencia por su comunidad, lo que hace que actúen de manera más consciente de su rol en sociedad”.

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