“Lo peor del ‘bullying’ son las marcas emocionales que acompañarán a nuestros hijos toda su vida”. Así de contundente se muestra Carlos Hué, psicólogo y coach educativo, cuando aborda el tema del acoso escolar, que suele producirse “en adolescentes inteligentes, la mayoría tímidos y con pocas habilidades sociales”. Sabemos que la prevención primaria del ‘bullying’ corresponde a los centros educativos, pero Hué insiste en que “desde casa, los padres, también podemos hacer mucho”. “En psicología -continúa el psicólogo-, se ha demostrado que es mejor ser extrovertido que introvertido. Y, por eso, los que pertenecemos a la segunda categoría intentamos modificar nuestra forma de ser para ser más extrovertidos”. Y esta es la primera máxima que debemos observar en nuestras familias: “Conseguir que nuestros hijos e hijas aprendan, desde pequeños, a ser más sociables, más abiertos y tolerantes”. Pero… ¿esto se puede aprender? “¡Claro que sí! -exclama Hué-, si ponemos estas diez acciones”.
- Respetar a nuestros hijos tal y como son. Introvertidas o extrovertidas, las personas somos como somos y queremos que los demás aprueben nuestra forma de ser, lo que genera confianza en uno mismo.
- Desarrollar su autoestima. Nuestros hijos han de ser autónomos, independientes. Debemos darles seguridad en lo que hacen. No es necesario centrarse en sus fracasos, sino en sus éxitos; y, sobre todo, en su esfuerzo, que, por supuesto, deberemos premiar.
- Fomentar su autocontrol. No evites que tus hijos se enfrente a situaciones difíciles. Es más, incluso, debemos procurar que atraviesen por algunos momentos duros y complicados. Apóyales en lo que hacen. Y, cuando se enfaden, no les hagas caso; házselo cuando se les pase la rabieta
- Potenciar su motivación. Las personas que se esfuerzan tienen más oportunidades que las que no lo hacen. Anímalos en su esfuerzo y procura que tengan aficiones. Las aficiones compartidas traen siempre amigos.
- Incrementar su capacidad para expresarse. Ayúdales, con la cámara de vídeo, a que analicen cómo se expresan. La sonrisa, el movimiento de los brazos, la mirada… nos ayudan siempre a mejorar nuestra capacidad de comunicación.
- Desarrollar su capacidad para entender a los demás. Cada uno es diferente. No descalifiques o critiques en casa. Ayúdales a entender que cada uno hace las cosas como las hace porque así las ha visto siempre. Incluso el que es acosador.
- Predicar con el ejemplo. Sé modelo en el aprendizaje de las relaciones sociales. Si nosotros somos tímidos, tendremos que intentar ser mas extrovertidos.
- Enseñarles a relacionarse. Lo más importante para ser feliz, según la psicología, es la capacidad de establecer relaciones positivas y de igualdad con otros. Por eso, las reuniones con los tutores deben ir encaminadas, ya desde educación infantil, a descubrir cuál es esa capacidad de relación.
- Buscar relaciones sociales para nuestros hijos. Tenemos que fomentar las reuniones, los encuentros, las salidas, las vacaciones, desde bien pequeños, con nuestra extensa familia, con los primos, con nuestro entorno, con los vecinos, con los compañeros de clase… a través de todo tipo de relaciones. Al principio, pueden ser las fiestas de ‘pijamas’, por ejemplo; pero cualquier tipo de encuentro será bien venido. Y, a partir de los 6 años, lo mejor es que participe en asociaciones juveniles tipo ‘scouts’ o similares. Y no hay que olvidar que las dos grandes medidas frente al acoso escolar son: la asertividad, no dejar que influyan las acciones negativas de los demás, y aumentar el número de amigos y compañeros.