Las instalaciones del Liceo Bicentenario de San Bernardo acogen diariamente a una población flotante estimada de 600 personas, entre estudiantes, funcionarios y apoderados. Muchos de nosotros pasamos gran parte del día en sus dependencias, ya sea en clases, recreo o desarrollando las labores propias de una institución educativa.

Esto constituye un entorno que compartimos a diario y donde estamos unidos por un espacio físico, social y cultural donde se habita cotidianamente ( y es equivalente a cualquier vecindario, vereda, municipio, ciudad) y donde se establecen relaciones sociales que determinan una manera de vivir y de ser.

Entendiendo que pasamos gran parte del día en este espacio compartido, es importante hablar de “Entornos Saludables” haciendo hincapié en los aspectos de limpieza básico, como los relacionados con espacios físicos limpios y adecuados, así como las redes de apoyo para lograr ámbitos psicosociales sanos y seguros, exentos de violencia (abuso físico, verbal y emocional).

La masificación del consumo y el desarrollo tecnológico de las últimas décadas, entre otros factores, han promovido estilos de vida descuidados (o no saludables) en la población incluyendo el vandalismo y daño en los espacios comunes que a todos nos sirven.

Frente a esta realidad, la mejora o mantenimiento de un estándar de calidad alto en nuestro entorno depende no solo de implementar dependencias con tecnología de punta, sino de crear conciencia en los hábitos de vida individual de todos nosotros como integrantes del Liceo Bicentenario de San Bernardo.

Por la cantidad de horas que permanecen en ellas, las instituciones y empresas, sean lugar de trabajo, universidades, escuelas, etc., constituyen el entorno más propicio para promover la adopción de un estilo de vida saludable que abarque y acompañe todo el ciclo de vida de la persona.

Los beneficios asociados a los entornos saludables incluyen:

  • Mantenimiento y mejora de la salud y el bienestar de los integrantes de la institución.
  • Aumento de la satisfacción de todos los que integran la institución (trabajan, participan y/o estudian) por sentirse cuidados por ésta.
  • Mejora del desempeño académico y laboral.
  • Motivación, compromiso y desarrollo de un sentido de pertenencia.
  • Mejora de la imagen institucional.
  • Naturalización de hábitos saludables por la continuidad de permanencia en un entorno promotor de este estilo de vida y su continuidad en el entorno familiar y comunidad de pertenencia.

Como comunidad educativa, somos constantemente destacados por nuestros logros académicos y debemos ser coherentes con esa imagen a través del cuidado de nuestro Liceo. Así como somos responsables de nuestros resultados, también lo somos de mantener limpias nuestras salas y patios.

Además, nuestro personal de aseo y asistentes de la educación pone todo su esfuerzo por mantener las dependencias limpias y en buen estado, por lo que resulta justo reconocer su labor evitando rayar las paredes, dañar el mobiliario, botar papeles en el patio o todo aquello que no haríamos en nuestros hogares.

Todos agradecemos y reconocemos estar en un entorno grato. Contar con dependencias limpias y bien cuidadas hace que nuestra jornada sea más grata. Cuida tu entorno y no permitas que nadie dañe tu liceo.